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¿Cómo se relacionan pérdida de audición y Alzheimer?

Diversos estudios han relacionado los problemas auditivos con el desarrollo del Alzheimer. El vínculo se genera a partir de que los pacientes con problemas de audición pierden más de un centímetro de tejido cerebral anualmente que quienes no presentan dificultades al oír, además de tener las zonas que procesan el sonido y el habla más contraídas.

Las investigaciones también apuntan a que mientras mayor sea el problema de audición, más altas son las posibilidades de presentar Alzheimer. Así, cuando el daño es leve –pérdida de audición por sobre los 25 decibeles-, la probabilidad se duplica. En casos moderados alcanza el triple de riesgo, y se quintuplica en niveles de sordera altos.

El 25% de las personas entre 65 y 74 años y el 50% de los mayores de 75 sufre presbiacusia, principal causa de la pérdida auditiva en la tercera edad. Su aparición tiene diversas consecuencias que pueden explicar su asociación con el Alzheimer.

Una de ellas es el impacto en la calidad de vida al no escuchar bien implica un aislamiento que puede conducir a depresión o problemas cognitivos. En segundo lugar se cuenta con el sobreesfuerzo que deben realizar las personas que no escuchan correctamente para poder comprender lo que se les dice. La tercera opción implica alguna posible conexión patológica entre la sordera y el deterioro cognitivo.

En tanto, cuando los síntomas de Alzheimer ya están presentes, la pérdida de audición los agrava. Las dificultades al aprender acciones, un empeoramiento en la memoria y el estado de alerta y una mayor irritabilidad, son algunos de los indicios a considerar. A ellos se suma la sensación de fatiga, estrés y bajo estado anímico.
Por ello es fundamental acudir a un especialista ante cualquier señal que alerte sobre dificultades auditivas, con el fin de retrasar o impedir su avance antes de que afecte en las actividades diarias.
Las investigaciones, no obstante, no han sido concluyentes respecto a una causa-efecto directo de ambas condiciones. “Solo demuestra una asociación entre las variables de disminución auditiva y aumento de riesgo de demencia. No se ha podido comprobar aún que la pérdida auditiva sea un verdadero factor de riesgo”, explica el director del Instituto de Neurociencias Alexander Luria, Diego Sara

Link al artículo original: http://www.escuelaparasordos.com/alzheimer.php