Gran parte de los remedios que se consumen por diversas enfermedades o condiciones suelen tener efectos secundarios. Sin embargo, entre ellos pocas se veces se cuenta con su influencia sobre el sistema auditivo. Y es que, efectivamente, existen medicamentos que dañan la audición.
Los productos farmacéuticos denominamos ototóxicos, pueden encontrarse bajo prescripción médica o venta libre. Estos se emplean a menudo para tratamientos de cáncer, infecciones agudas y afecciones al corazón y se recetan generalmente a personas de edad avanzada. En tanto, su efecto puede ser permanente o temporal, impactando en la cóclea del oído interno, de acuerdo a las investigaciones realizadas por la Asociación norteamericana del Habla, Lenguaje y Audición (ASHA).
La aspirina en exceso, además de un alto consumo de ibuprofeno o naproxeno, son algunos de los que pueden ocasionar pérdida auditiva temporal. En cambio, los antibióticos aminoglucósidos como la gentamicina, estreptomicina y neomicina, y los fármacos administrados para quimioterapia en el tratamiento del cáncer como la ciclofosfamida, cisplatino, bleomicina y carboplatino, generan perjuicios permanentes.
Entre otros medicamentos que afectan la capacidad de escuchar se integran los relacionados a la hipertensión como la furosemida o bumetanida, en especial cuando se consume más de un medicamento del mismo tipo de forma paralela.
Para mantener un control o manejar de mejor manera los efectos de estos remedios, una vez recetados o administrados, es necesario acudir al otorrino. Con esto evitará daños de mayor nivel y podrá proteger su salud general sin perjudicar su audición.
En el caso de que ya se haya visto afectado por los mencionados fármacos, consulte a su especialista la necesidad de utilizar audífonos para sordera. En ese caso, visite las sucursales de másaudio y encontrará la mejor orientación profesional para elegir el modelo más indicado para usted.
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