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Los efectos del cigarrillo en la salud son múltiples y suelen ser comentados con frecuencia. Sin embargo, muchos desconocen que además de causar enfermedades respiratorias y cardiovasculares, impacta también en la audición. Recientes investigaciones internacionales, advierten que los fumadores tienen un 70% más de posibilidades de tener pérdida auditiva.
Entre los afectados también se consideran los fumadores pasivos, es decir, quienes se exponen de forma continua al humo liberado por otros. En este caso, la probabilidad de tener dificultades para escuchar se reduce al 28%, aunque sigue siendo un alto índice. Quienes son exfumadores se enfrentan a un riesgo menor, en la medida en la que hayan adoptado un estilo de vida más sano.
Así, el riesgo variaría de acuerdo a la periodicidad y cantidad del consumo de tabaco, de forma proporcional, en todos los grupos etarios. Una alarma de especial cuidado es la que surge a partir de un estudio estadounidense, el que informa que fumar o exponerse al humo del tabaco durante el embarazo, incrementa la posibilidad de dificultades auditivas en los hijos desde la etapa adolescente.
Las razones por las cuales se produce la reducción auditiva aducen a la inhalación de “ototóxicos” como la nicotina, el arsénico o el amoníaco, entre otros, puede ocasionar tinnitus o influir negativamente en el equilibrio.
La absorción de estas sustancias presionan los vasos sanguíneos, restringiendo el paso de la sangre y del oxígeno hacia el oído interno. De la misma manera, las células cuya función es traducir las vibraciones sonoras, sufren desperfectos, limitando su utilidad. La nicotina, por su parte, impacta a los neurotransmisores en el nervio auditivo, afectando la comunicación con el cerebro respecto al sonido escuchado.
Todas estas limitaciones auditivas deben ser examinadas por un especialista para determinar el nivel de daño. Es importante prevenir complicaciones, realizando periódicamente un chequeo médico. De ser necesario utilizar audífonos, acuda a másaudio con su audiometría para encontrar el dispositivo que se ajuste a sus necesidades.
La precaución principal, no obstante, es reducir al más mínimo nivel la exposición al tabaco, ya sea de forma directa o indirecta.
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